lunes, 22 de noviembre de 2010

Capítulo 4. Distancia.

En uno de esos días en los que la Princesa miraba hacia el horizonte, apoyada en la barra de metal que sujetaba su balcón... pensativa y soñorienta, en uno de esos días; apareció.
Lo vió acercarse con su pequeño caballo azul, entre la pradera... rápido y galopando en busca de encontrarse con lo mas preciado de su vida.
Así, así era cuando la Princesa podía sentirse plena. Sus sonrisas se limitiaron a los fines de semana, o... sea cual fuere el día en el que sentía su calor cerca de su cuerpo.
Eran felices... completamente, y nadie les podía destruir. Ni siquiera los ogros malvados que intentaban separarles con minuciosas artimañas. Se amaban...
Pasadas las escasas horas que podían olerse cercanamente venía el hecho mortal, volverse a separar. Mientras el principe se subia a su pequeño caballo azul la Princesa se escondía en un hueco de su habitación moviendo la boca sigilosamente.... sollozando "quiero estar con vos, no os vayais... os lo suplico".