lunes, 1 de marzo de 2010

Aquí, calma.

Parece que la angustia se acaba, que todo se llena de tranquilidad... Quédate mucho tiempo serenidad.
Ahora ya está, todo se acabó y, aunque sigo pareciendo la chica mas triste de toda la ciudad como diría mi Dios poeta, sé que vienen aires que van al barrio de la utopía. Y yo, riendome por tonterias y soñando con nubes de caricias, dejare que me arrastre... me dejaré volar. Mientras tanto solo queda la esperanza de que el destino, curioso "amigo" traicionero, nos deje seguir deambulando por el mismo camino y comiendo del mismo pan.

Ahora sí, me limito a recordar la frase de un verdadero amigo "tranquila pequeña, después de mucho sufrir SIEMPRE llega algo bueno y aunque él te suelte de la mano y tú te desvies de camino, el tuyo estara vacío de piedrecitas con las que tropezar".
Si pudiera quitaría todas esas trampas del destino de nuestro camino... ¿sabes para que? para que nunca más tuviera que poner a prueba que tú estarás ahí para ayudarme a levantar... porque me caeré, siempre lo hago además de físicamente. Pero después de mucho esforzarme y quitar piedras de este trayecto, siempre las siguen habiendo, se generan diariamente. Ayúdame, entre los dos podremos quitarlas todas.No me hagas decepcionarme... confío en tí.

Hoy he vuelto a SONREIR después de muchas tormentas... tengo la calma durmiendo en mi bolsillo.